Burke, boicoteado en Brasil, desde Roma




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Poco antes de que el cardenal Burke partiera hacia Brasil,  el cardenal decano Angelo Sodano hizo unas declaraciones públicas que, como presidente del Colegio de Cardenales rara vez suele hacer. El que fue una vez máximo diplomático del Vaticano prefiere actuar en segundo plano. Sodano comunicó a todos los cardenales "en nombre del Papa," que Francisco había recordado una noble tradición, a saber, que los cardenales residentes en Roma debían informar al Papa, cuando salían de Roma y a dónde iban.



Quién quiere ejercer control, empieza con el seguimiento de los movimientos. Sólo un pequeño detalle: esta noble tradición nunca ha existido.

Los estados ocasionalemente introducen restricciones a los viajes para hacer imposible que al amparo de la noche el culpable huya furtivamente. La Italia fascista llevó, a pesar a causa del primer boom turístico disposiciones restrictivas de movimiento los organismos de hospedaje tenían que informar de la llegada de huéspedes nacionales y extranjeros sin demora a la estación de policía correspondiente.

La comunicación de los movimientos de los cardenales por parte de Sodano tenía un trasfondo diferente. Iba dirigida al cardenal Burke, al "enemigo favorito" de la corte bergogliana.

Burke, el cardenal estadounidense viajó a mediados de junio a Brasil para presentar la edición portuguesa de su libro "Divino Amor hecho carne " sobre la Santa Eucaristía y el sacramento del amor. 

Lo que sucedió exactamente en Brasil, se puede reconstruir sólo aproximadamente. El hecho es que las diócesis locales - incluyendo Brasilia, Río de Janeiro y Sao Paulo - boicotearon secretamente la visita del cardenal. 

Al parecer - el hecho no puede comprobarse - hay una carta del cardenal secretario de Estado Pietro Parolin a los obispos locales para no apoyar la visita de Burke, que fue hasta 2014 el Juez de mayor rango en el Vaticano. 

En cualquier caso, el espectro de la llegada de un rival del "Papa" se hizo bastante patente en algunas diócesis brasileñas. 

Si el cardenal secretario de Estado Vaticano lo escribió en su carta, o si lo dio como orden verbal, el hecho es que se formó un consenso contrario al cardenal Burke antes de su llegada (a Brasil) de que él habla públicamente en contra de Francisco y en contra de la misa de Pablo VI.