Cuando se le complican las cosas, y se levantan las correcciones por doquier, entonces Francisco, para apaciguar los ánimos y retener a los que todavía se fían de él, comienza desenfrenadamente a defender la vida, a atacar el aborto, o la ideología de género, y si bien critica a los ideólogos del cristianismo a los que él llama fariseos, no reconoce que él está defendiendo, con sus nombramientos episcopales, cardenalicios, o simplemente, al dar al hereje gay o pro gay jesuita J. Martin el puesto de asesor de las comunicaciones vaticanas, la ideología homosexual, además de hacer, siempre que puede apología del comunismo.
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El italiano Il Giornale (17 de octubre) citó rumores de que "una parte de la Iglesia polaca" está preparando un documento en apoyo de Dubia sobre el controvertido documento Amoris Laetitia del Papa Francisco. Según el periódico, el texto aún no se publicó "solo por una intervención directa del Papa Bergoglio", pero esto "tarde o temprano" sucederá. Francisco tiene pocos partidarios entre la jerarquía polaca y sus fieles.
Los Obispos polacos redactaron un documento de 19 páginas que dice no al intento del Papa Francisco de legitimar la Sagrada Comunión para los adúlteros en contradicción con el Evangelio. Según La Fede Quotidiana, el Papa Francisco llamó al polaco Nuncio Salvatore Pennacchio para una reunión secreta. Luego lo hizo incluso participar en la reunión de los obispos polacos que tuvo lugar del 13 al 14 de octubre. En vano, los obispos polacos no mostraron voluntad de alejarse del Evangelio y la Fe Católica.