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El presidente del Banco Vaticano, Jean-Baptiste de Franssu, y su esposa Hélène criticaron a Jozeph de Kesel, el cardenal de Bruselas.
El motivo: este verano, Kesel obligó a retirarse a la Fraternidad Monástica de Jerusalén de la parroquia de Saint-Gilles, en Bruselas, bajo el pretexto de reorganizar las parroquias. Kesel no estuvo dispuesto a ofrecerles una alternativa adecuada.
En un artículo de opinión publicado en el diario belga La Libre el 8 de noviembre el matrimonio de Franssu escribe que todavía hay esperanza para detener el alejamiento de la Fraternidad. Sin nombrarlo, reclaman al cardenal Kesel que cree y facilite una solución.
Kesel es un modernista y seguidor de las políticas de Francisco. Acorde con esto, su arquidiócesis carece de vocaciones.