El cardenal Robert Sarah no ha retirado su declaración, en la que afirma que el Vaticano tiene la responsabilidad final para las traducciones litúrgicas, aunque el papa Francisco le pidió hacerlo, humillándolo en público.
Todo comenzó con el Motu Proprio Magnum Principium del 3 de setiembre en la que Francisco aplica su estrategia de confusión, en orden a trasladar la responsabilidad para las traducciones litúrgicas a los obispos locales sin decirlo. Sarah rectificó esta confusión con una declaración en L’Homme Nouveau el 1 de octubre.
Francisco quería que Sarah enviara un descargo de responsabilidad a L'Homme Nouveau, a todas las conferencias episcopales y a los miembros y consultores de su congregación. Parece que Sarah decidió no jugar en el arenero de Francisco. Hasta ahora L'Homme Nouveau no ha recibido ninguna declaración del cardenal.
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