El papa Francisco está “avanzando”, pero parcialmente “en una forma muy solitaria”, según Christoph Schönborn, el cardenal de Viena.
Al hablar el 11 de enero en el semanario alemán antieclesiástico Zeit, admitió que con Francisco ha habido un “cambio” perceptible en la Iglesia. Schönborn cree que Francisco es atractivo para "muchos" que tienen "poco que ver" con la Iglesia (y siguen teniendo poco que ver con la Iglesia, a pesar de Francisco).
Schönborn critica la encíclica Veritatis Splendor de Juan Pablo II (1993) por haberse ocupado de las normas objetivas, pero dejando aparte “el otro lado”. En Amoris Laetitia, Francisco – según Schönborn - “agrega la segunda parte del tema”, esto es, el discernimiento de los casos singulares y la conciencia personal (como si Juan Pablo II no hubiese considerado las “circunstancias” y la “conciencia”).
Schönborn ataca a los cuatro cardenales de los Dubia por haber hecho públicas sus preocupaciones: “éste no es un comportamiento apropiado para colaboradores íntimos del Papa”.
Sin embargo, Francisco se negó inflexiblemente a tener cualquier colaboración íntima con estos “colaboradores íntimos”.
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